Las caídas de la Bolsa de China hacen saltar las alarmas de la renta variable mundial
Las caídas de los principales índices de la Bolsa de China y Hong Kong, hasta mínimo del pasado noviembre, mantiene en alerta los principales índices bursátiles mundiales. Los recortes se producen tras la decisión del gobierno del país de regular el sector educativo, lo que ha afectado a los grandes valores tecnológicos. Todo ello en un contexto en el que la tensión entre el gigante asiático y EEUU vuelve a aumentar.
El gigante asiático va a implementar medidas de calado que afectarán al sector educativo, como limitar las clases durante el fin de semana, los festivos y las vacaciones de verano e invierno. El objetivo general es reducir la carga lectiva que soportan los alumnos y el coste para las familias. Acompañando a estas medidas, el gobierno chino ha implementado una prohibición a la inversión extranjera en dicho sector.
“Se trata de una mala noticia para el sector, que además ha contagiado a otros sectores que podrían ser regulados en China, como el inmobiliario, el sanitario e incluso algunos valores de internet. En términos relativos, el atractivo de las tecnológicas en EEUU aumenta”, explican desde A&G Banca Privada.
Muchas de las grandes compañías tecnológicas del país tienen han invertido en el sector educativo, donde ciertas empresas privadas no podrán obtener ahora beneficios, ni salir al mercado bursátil o tener tener participaciones en instituciones que impartan el plan educativo de los colegios o impartir los de otros países, ni contratar profesores extranjeros. Todo ello ha provocado importantes caídas en la Bolsa de China.
Caídas a mínimos de noviembre
El desplome de los valores tecnológicos ha provocado que el índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, cerrase este martes con pérdidas del 4,22%. El selectivo cedió 1.105,89 puntos, hasta los 25.086,43, cota mínima desde principios de noviembre desde 2020; mientras tanto, el índice que mide el comportamiento de las compañías de la China continental que cotizan en el parqué hongkonés, el Hang Seng China Enterprises, bajó un 5,08%.
Entre los subíndices, tan solo resistió Servicios, que subió un 1,17%, mientras caían Finanzas, el 1,54%; Inmobiliaria, el 2,55%, y, sobre todo, el que contiene a los títulos tecnológicos, Comercio e Industria, el 6,65%.
Los gigantes digitales vivieron un auténtico desplome en la sesión: Meituan se dejó un 17,66%, casi el doble que Tencent, el 8,98%, a la que siguió Alibaba, que cedió el 6,35%. Fue precisamente la filial de servicios sanitarios de esta última, Ali Health, la única que tuvo un desempeño peor que el de Meituan, al perder un 18,52%, la mayor caída de la sesión.
La reforzada campaña de Pekín, apunta el diario hongkonés South China Morning Post, provocó que este lunes se destruyeran hasta 570.000 millones de dólares del valor de los índices de títulos chinos tanto en Hong Kong como en Nueva York.
Tensiones con EEUU
Y todo esto en un momento en que vuelven a incrementarse las tensiones entre EEUU y China. Según recoge Efe citando a la agencia estatal de noticias Xinhua, este martes el gigante asiático ha pedido a la administración estadounidense que retire «todas las sanciones unilaterales, los altos aranceles, la jurisdicción de manos largas, y el bloqueo tecnológico» que afectan al país asiático.
El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, fue el encargado de transmitir estas peticiones a la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, durante una reunión que ambos mantuvieron este lunes en la ciudad nororiental china de Tianjin. Durante este encuentro, Wang invitó a Sherman a que Washington regresara a una política «racional y pragmática».
La conversación también versó sobre temas escabrosos como la situación en Hong Kong y en las regiones occidentales de Xinjiang y Tíbet, respecto a lo que Wang dijo que «nunca fueron asuntos de ‘derechos humanos’ o ‘democracia’, sino de combatir ‘la independencia de Xinjiang’, la ‘independencia de Tíbet’ y la ‘independencia de Hong Kong’».
Otra de las cuestiones abordadas, según Washington, fue «la reticencia de China para permitir una segunda fase de investigación en el país sobre los orígenes de la covid-19».